Todo lo
existente es hecho de una relación entre vibración y materia.
La
vibración es una fuerza creativa masculina, a ella responde la materia que es
una fuerza receptiva femenina. Este fenómeno es la fuerza principal que impulsa
la evolución biológica a lo largo de su camino.
El hebreo,
al pronunciarse, crea una frecuencia vibratoria que mueve a la materia y la
configura en modelos geométricos sagrados. En la pronunciación de las letras
hebreas, las que la tradición sagrada llamó Elohim, se basa el trabajo de
recuperación del ADN Divino propuesto
por los amorosos guías de la estrella Arcturus.
(Nota de
Francisco Arturo Mejías)
Efecto de la
intención consciente sobre el ADN humano
Foro
Internacional sobre la Nueva Ciencia, Denver, CO octubre de 1996
Glen Rein, Ph.D. (Quantum Laboratorios de Investigación de Biología, PO Box
157, Northport, NY 11768)
(Traducción
Francisco Arturo Mejías).
I.-
INTRODUCCIÓN
En la medicina
mente-cuerpo se ha reconocido la capacidad que tienen las imágenes mentales,
generadas por la mente y dirigidas a partes específicas del cuerpo, de producir
profundos cambios fisiológicos, por ejemplo, impedir el crecimiento de los
tumores.
(Ader, 1981). Sin embargo, los Psiconeuroinmunólogos
no reconocen que la mente también puede, de manera intencional, crear cambios en
sistemas biológicos fuera del cuerpo.
No
obstante,
los efectos de la intención enfocada han sido estudiados tanto por físicos
(Jahn y Dunne, 1986) como por los biologos (Braud, 1989). Los físicos la denominan psicokinesis (PK)y los biólogos Bio-PK.
Investigadores de la curación han auspiciado una
investigación paralela de los efectos de la intención consciente sobre los
sistemas biológicos de otras personas y han demostrado que los diversos tipos
de curanderos pueden producir efectos biológicos (Benor,
1990).
Una
tercera línea de investigación basada en el método utilizado por los
practicantes de Falun Chi-y ha demostrando que estos sanadores también pueden influir en los sistemas
biológicos.
La
mayoría de estos estudios, sin embargo, son fenomenológicos y con ellos sólo se pretende demostrar la existencia de una
comunicación energética entre el profesional y el blanco biológico. En la mayoría de los
experimentos de la curación la intención del médico es "curar" o
normalizar la situación patológica.
Algunos estudios, sin embargo, han abordado la
cuestión de si los diferentes estados intencionales de conciencia en verdad producen
diferentes efectos biológicos.
Por ejemplo,
Rauscher y Rubik examinaron la relación entre las respuestas biológicas y el estado de
curación. (Rauscher y
Rubik, 1983). Estos
experimentos fueron diseñados para determinar si el sanador podría proteger a
las bacterias de los efectos letales de los antibióticos (ampicilina) o inhibir
su crecimiento en ausencia de ella.
Dulce y Myers de Spindrift establecieron dos
estados diferentes de conciencia de curación: el objetivo dirigido y el cualitativo
(Sweet, 1991). La
diferencia entre ambos estados es que en la curación cualitativa se entrega la
propia voluntad a la voluntad
de Dios, y no hay ninguna intención enfocada como una meta dirigida a la
curación.
Ambos estados de conciencia han producido diversos efectos biológicos
sobre el crecimiento de la levadura y las semillas.
II.-
ORIGINALES DATOS EXPERIMENTALES
A.
EFECTOS de la intencionalidad en la síntesis de ADN en las células tumorales
cultivadas
Los
primeros experimentos realizados por el autor (Rein, 1992) tenían la intención
de estudiar y comparar las efectos biológicos
de las diferentes imágenes, pensamientos e intenciones. Para
realizarlos se escogió el método de crecimiento de células tumorales en cultivo,
ya que podrían
ser controladas cuantitativamente mediante técnicas bioquímicas.
Clínicamente
este experimento fue muy relevante.
El protocolo utilizado fue la medición de la síntesis de ADN mediante la cuantificación
de su capacidad para incorporar
timidina radiactiva utilizando técnicas bioquímicas. La tasa de síntesis de ADN se determinó en relación al
número total de células que se contaron en un hemocitómetro.
El
curandero,
Leonard Laskow, al alcanzar diferentes estados de conciencia, intencionalmente
se centró en tres láminas de Petri.
Al mismo tiempo la misma población de células se
pusieron bajo la acción mental consciente de otro curandero colocado al otro
lado de la habitación.
Cinco
intenciones mentales diferentes fueron estudiadas por su actividad biológica. Sin
embargo, Laskow señala que durante todos los experimentos mantuvo un estado de amor
incondicional transpersonal, lo cual le permitió estar en
resonancia con las células tumorales.
La
técnica utilizada para la consecución de estos estados de curación con
intervención
de la conciencia es una forma de meditación que
permite un enfoque intencional y coherente de la energía.
Laskow señala
que logra los diferentes contenidos de la conciencia con las
intenciones
siguientes:
1) Volver al orden
natural y a la armonía del ritmo normal de crecimiento de las células, es
decir, aquel que tenían antes de que se transformaran en las células tumorales;
2) realizar
la circulacion de su conciencia en la órbita zoodical microcósmica (técnica
taoísta);
3) dejar que la voluntad de Dios fluya a través
de sus manos, es decir, una intención transpersonal;
4) el amor
incondicional, es decir, no darle una dirección específica a la
energía;
5) mirar
las células tumorales desde lo externo e ir penetrándolas con la consciencia
hasta llegar al nivel cuántico y allí lograr su desmaterialización en la luz y / o su desmaterialización en el
vacío o campo cuántico.
Los resultados de este estudio indican que las
diferentes intenciones podían distinguirse en términos de las respuestas
biológicas logradas.
Tres intenciones inhibieron el crecimiento de las
células del tumor:
La más efectiva (39% inhibición) fue la de
regresar a las células a su orden natural.
Permitir
que la voluntad de Dios actuara logró un 21% de inhibición en el crecimiento de
las células tumorales.
Y mientras
que Laskow permanecía en el estado de conciencia de la órbita zodiacal
microcósmica produjo un efecto de 18 % de inhibición de crecimiento celular.
El amor
incondicional, bajo las mismas condiciones experimentales, no tuvo efecto.
Así,
algunas intenciones fueron biológicamente más activas que otras, aunque el
orden de la eficacia puede depender del objetivo específico.
Al cambiar el pensamiento y el contenido de la
imagen de un determinado estado de conciencia a otro hizo posible distinguir
estos parámetros de las intenciones. Los resultados
indicaron que los diferentes efectos biológicos podrían modificarse con solo
cambiar la intención o las imágenes asociadas con el proceso de
curación, pero el pensamiento enfocado no tuvo ningún efecto.
.
Algo
importante de señalar es que el cambio de la imagen mental de una célula en
muchas más resultó en un
mayor crecimiento de las células tumorales (15%). Por otro lado, cuando la imagen de unas
pocas células de la placa de Petri se combinó con la intención de que las células
regresaran a su orden natural, el efecto inhibidor del crecimiento de la célula se duplicó
a 40%. Estos resultados sugieren que
tanto las imágenes y la intención tienen un aditivo cuando se combinan.
También
se demostró que las imágenes así como la intención son un componente crítico de los
estados de conciencia que producen efectos biológicos. Otro hecho importante es
que detrás de todos los estados de conciencia de la prueba estuvo el autentico sentimiento de amor
incondicional que sentía Laskow, lo cual hace presumir que este sentimiento de
amor incondicional es necesario para
producir los efectos observados en la síntesis de ADN.
.
B.
Efecto de la intencionalidad en la conformación de la hélice de ADN
1.
Amor y campos Bio-coherente
Aunque
los estados intencionales específicas se han estudiado en los experimentos
descritos anteriormente, un estado subyacente del
amor incondicional se mantuvo constante.
Los
efectos fisiológicos del amor y otros estados
emocionales positivos han recibido relativamente poca atención en la comunidad
biomédica, aunque algunos
psiconeuroinmunólogos han estudiado sus efectos beneficiosos en la respuesta inmunológica
(McClelland y Kirshnit, 1988; Knapp et al, 1992).
Dado que los individuos que
mantienen un estado coherente de emociones también mostraron mejora en los
sistemas inmunológico (Rein et al, 1995b), se propuso que el campo
electromagnético coherente que irradia desde el corazón de las personas en el
estado de amor es el responsable de
mantenimiento de la homeostasis y la promoción de la salud en general
(Paddison, 1992). Se postuló, además, que estos cambios fisiológicos fueron
mediados por el ADN (Paddison, 1992; Rein y McCraty, 1993c), que actuó como una antena para
los campos de energía del corazón (Rein y McCraty, 1993a, 1994). De este modo intenciones positivas
específicas (coherentes), producidas en el bio-campo del corazón, puede
transmitir información a las reacciones bioquímicas dentro de la célula.
Aunque los
psiconeuroinmunólogos no toman en cuenta los efectos mente-cuerpo y la acción
de los campos electromagnéticos internos del cuerpo por considerarlos
inexistentes ,
la existencia de tales campos es ya bien reconocida por la comunidad científica.
Mediciones de EEG y ECG indican la existencia de los
bio-campos endógenos generados por la actividad eléctrica de
células excitables en el cerebro y el corazón.
Incluso hay algunos datos experimentales que indican la naturaleza coherente de
estos campos (Frohlich, 1988; Popp et al, 1981, Ho et al, 1992). A pesar
de que estos campos generalmente no se toman en cuenta en el proceso de
curación natural, su acción se está empezando a considerar.
Los datos
experimentales proporcionados por Popp a partir de sus experimentos (Popp et al, 1979),
indican que la
acción de la coherencia del bio-campo del corazón es generada a partir de la
luz emitida a partir del ADN, ya que esos mismos datos indican también que el ADN es capaz de
emitir fotones coherentes (Rattemeyer et al, 1981).
Esta hipótesis es apoyada por una reciente
observación de que la molécula de ADN en sí tiene una oscilación coherente (Gariaev et al, 1992) y, por tanto, puede generar
un campo electromagnético coherente. La observación de que el ADN oscila de manera coherente
también coincide con la hipótesis de que el ADN responde de ordinario a los
campos electromagneticos (Sakamoto et al, 1980) y que los campos cuánticos
aumentan la síntesis de ADN (Rein, 1991) todo lo cual
hace posible que sean sensibles a las
emociones positivas que crean campos coherentes en el corazón.
2.
Experimentos que indican que
los Bio-campos coherentes del corazón tiene efecto en la molecula de ADN.
Para
poner a prueba la hipótesis de que de la resonancia coherente de los bio-campos
del corazón regulan la molécula del ADN se llevaron a cabo una serie de
experimentos en el Laboratorio de Investigación de Biología Cuántica y en IHM.
Con la intención de modificar el
ADN se utilizó una muestra de ADN humano aislado en una solución acuosa (Rein,
1992; Rein y McCraty, 1993a, 1993b, 1994; Rein, 1995a). Para ello se extrajo
una muestra de una persona y se coloco en un vaso frente a otra persona.
De esta forma fue posible medir
un vínculo directo entre el corazón energético centrado en una intención y la molécula de ADN, sin intervención de las señales
químicas del sistema nervioso en el cuerpo.
En
contraste con los experimentos que se han descrito anteriormente, en los cuales
se midió la síntesis de ADN, en estos otros experimentos en los cuales no
intervinieron las señales químicas del sistema nervioso del propio cuerpo, se
midieron el enrollado y desenrollado de las dos hebras que forman la hélice de
ADN; también se tomaron en
cuenta los cambios conformacionales en la estructura secundaria (hélice) del
ADN, enrollado y desenrollado. Es oportuno aclarar que el enrollado y desenrollado de la hélice
es una propiedad del ADN, así mismo su
anulación y liquidación ( división celular y reparación)
Un espectrofotómetro UV (de Hewlett Packard) se
utilizó para medir el enrollado y desenrollado de ADN. Esta es una técnica estándar de
bioquímica basada en la absorción de luz UV a 260nm.
Esta demostrado que el ADN en agua desionizada (20 ìg / ml) permanece estable si se
mantiene a temperatura ambiente durante dos hora.
Los valores
de absorción se calculan en un porcentaje de cambio en relación al valor
inicial registrado al comienzo de un experimento dado.
Estos valores de control iniciales dieron valores de alrededor del 1,1%,
mientras que las muestras tratadas varió entre 2-10% lo cual indica al menos un
doble efecto sobre el ADN
.
Los primeros experimentos de este tipo también se
hicieron con Leonard Laskow quien utiliza una combinación de una intención
directa, amor incondicional y la imagen específica de la molécula de ADN a
nivel molecular y atómico, a menudo centrándose
en los enlaces de hidrógeno que mantienen las dos cadenas juntas.
Estos
experimentos revelaron que diferentes intenciones producen efectos diferentes
en la molécula de ADN haciendo que se contraiga o se relaje.
Estos
resultados fueron confirmados más tarde en una extensa serie de experimentos
realizados en el Inmaculado Corazón de María. Registros de ECG fueron tomadas cuando los
sujetos normales (curanderos no dotados) quienes utilizaron la técnica de
congelación de fotogramas (Childre, 1994) para generar estados emocionales
positivos y enfocar su intención en la molécula de ADN.
De esta
manera fue
posible establecer una correlación directa entre el ECG y la intención
coherente y los cambios en el enrollado y desenrollado de la hélice del ADN.
Uno de
los curanderos al generar patrones incoherentes (emociones negativas) produjo
un cambio anormal en la UV
En otra
fase del experimento, fue colocada una muestra de ADN frente a individuos quienes
generaban patrones coherentes ECG (emociones positivas). Aunque
los sujetos eran conscientes de lo que estaba sucediendo, se les instruyó
previamente para permanecer centrados en su corazón y no centrar su intención en
el ADN.
En este caso, no se registraron cambios en el ADN.
Aunque estos experimentos son preliminares,
sugieren que la coherencia generada en el campo de un corazón lleno de amor
por sí mismo no es suficiente para cambiar el ADN y que es
necesaria una intención específica para dirigir el campo del corazón. Se puede
considerar, por lo tanto, que las intenciones
específicas modulan las frecuencias de los campos de energía del corazón, dotando
a dichos campos de energía con la propiedad
de cumplir una intención de sanación particular de un órgano, célula o
vía bioquímica.
Otros experimentos en el
Inmaculado Corazón de María con Lew Childre, un individuo especialmente dotado,
capaz de generar y sostener intensos campos emocionales ECG durante largos períodos de tiempo, indican
algunas propiedades interesantes del corazón centrado en una intención.
En un experimento, Childre fue capaz de dirigir tres intenciones
diferentes a tres muestras de ADN separadas
colocadas frente a él. Una muestra de ADN experimentó
un pequeño cambio en su conformación. La otra mostró un cambio muy grande y la
tercera muestra se vio afectada totalmente. Estos resultados indican que las
intenciones pueden ser dirigidas a un objetivo específico y localizarlas allí (en este caso en una muestra específica).
Tal conclusión
es similar a los experimentos anteriores del autor en su trabajo con el sanador
británico, Matthew Manning, quien fue capaz de influir en la adherencia de las
células tumorales con el colágeno con solo dirigir su intención a una placa de
Petri colocada
entre otras cuatro.
Además de la especificidad, los
experimentos presentados aquí demuestran una nueva propiedad de la intención humana. Según Childre sus intenciones fueron enviadas
al mismo tiempo que modulaba la frecuencia del campo de energía de su corazón
con emociones coherentes (emociones positivas). De esta manera, al mismo tiempo
podría enviar la energía del corazón acompañada de la intención para sanar, por
ejemplo, a un hígado débil o un esguince de tobillo.
Otro experimento interesante con Childre indicó
que podría influir en el ADN en las distancias de aproximadamente 0,5 millas (Rein y McCraty, 1993b). Para dar inicio a este
experimento, Childre recibió una llamada desde un teléfono celular en donde se
le notificaba que ya la muestra de ADN sobre la cual iba a enfocar su
consciencia ya había sido colocada en la mesa del laboratorio
a 0,5 millas de donde él estaba.
Después
de terminar de enviar las intenciones específicas el experimentador lo
notificó, también usando el teléfono
celular, a los observadores de la muestra. Inmediatamente comenzó el análisis
de las mismas. El experimento se repitió varias veces. En algunos casos,
al terminar Childre de enviar la
intención, el ADN termino desenrollándose y en otras ocasiones no hubo ningún
efecto. En cada experimento, el efecto medido (o falta de efecto) se
correlacionó con la intención de Childre. De este modo, el experimento se
llevó a cabo a ciegas, ya que el observador de la muestra no sabía qué
intención había sido enviada durante un determinado experimento.
Estos
resultados también demuestran que, si bien la energía del corazón coherente
tiene un componente electromagnético que puede actuar a nivel local dentro del
cuerpo, también tiene un componente no-electromagnético que es capaz de llevar una
información específica a largas distancias. Por supuesto, es bien sabido que los curanderos
pueden proyectar su energía y curar a miles de kilómetros de distancia a
alguien.
De hecho
uno de esos experimentos se realizó con las muestras de ADN en California y un curandero en Rusia (Moscú). Antes de este
experimento Valerie Sadyrin, el curandero, había estado previamente presente en el laboratorio en California, y había demostrado
su capacidad para influir en la conformación del ADN en distancias cortas
(Rein, 1995).
A su
regreso a Rusia se le propuso a Sadyrin que enviara por espacio de 30 minutos
su energía curativa a una muestra de ADN colocada en el laboratorio de
California. Poco antes de concluir los 30 minutos se midió la muestra de ADN
cotejándola con el valor que tenía antes del experimento. En efecto, la muestra
había modificado su enrrollado.
Estudios
adicionales con una variedad de curanderos, entre ellos Barbara Luetgebrune de
Santa Barbara, CA y Hank Adams de El Cerrito, CA, han verificado como la
intención consciente influye en
la conformación del ADN humano.
La
técnica de curación Ki-Neural Adán
Integración (KNI), de los indígenas americanos está basada en el postulado de
que la oración carga a la conciencia (o chispa divina interna) con la energía
de Dios, la cual es descargada donde la conciencia se posa con una intención de
curación.
Aunque
las técnicas utilizadas por los diferentes curanderos es muy variada, todas
parecen necesitar del enfoque del campo electromagnético coherente del corazón
a la parte enferma.