Sólo a través del corazón podemos
entrar en contacto con el Campo Unificado para recrearnos.
Mientras más profundo nos metemos en la estructura sobre
la cual toma forma el mundo material, es
decir, moléculas, átomos, partículas atómicas, partículas elementales, llegamos a un punto donde la substancia
desaparece y como única realidad queda solamente un campo de inteligencia pura. Alli no hay nada
material, solo hay una inteligencia autoconciente la cual es la FUENTE DE TODAS
LAS LEYES DE LA NATURALEZA, de todas las fuerzas fundamentales, de todas las
partículas fundamentales, de todas las leyes que gobiernan la vida en todas las
escalas del Universo. Ese punto los físicos cuánticos lo han denominado Campo Unificado.
Esa inteligencia del
Campo Unificado produce intencionalmente
las causas particulares de todo lo existente, siendo cada una de esas causas un
código vibratorio que se autosostiene eternamente. De acuerdo a esto, un bosón, por
ejemplo, es en esencia un patrón vibratorio específico, único y distinto a
todos los demás. Otro patrón diferente sería un protón, otro un electrón y asi
sucesivamente...
En lo profundo
de cada cosa, entonces, lo único que existe es una intención.
Este campo unificado es una supermente o, como algunos místicos la llaman,
una conciencia cósmica omnipresente, que no solamente crea intencionalmente,
sino que graba su intención en cada cosa creada para que actúe de manera
particular eternamente. Esa intención grabada es una información. EN TODO LO
CREADO ENTONCES PODEMOS LEER Y DESCARGAR LA INFORMACIóN QUE PORTA Y ESA
INFORMACIÓN NOS PONDRÁ EN CONTACTO INTANTÁNEO CON LA INTENCIÓN DE LA MENTE
COSMICA O DIOS. Y NO SOLO ESO, TAMBIÉN PODEMOS
DESCARGAR ESA INFORMACIÓN EN NUESTRA CONCIENCIA, TAL CUAL TELETRANSPORTAMOS LA INFORMACION ALMACENADA EN UN PEN DRIVE, U
OTRO ALMACENADOR ELECTRÓNICO DE MEMORIA,
AL DISCO DURO DE UNA COMPUTADORA.
Estamos rodeados de información en espera de que la descarguemos.
A esos patrones específicos de
vibración autoconciente que brotan del Campo Unificado los físicos los llaman
cuerdas o supercuerdas. En la sabiduría ancestral del árbol de la Vida se conocen
como Elohim. CADA SUPERCUERDA O ELOHIM ES UN CÓDIGO QUE TRANSPORTA LA
INFORMACION GRABADA EN ÉL POR LA CONCIENCIA CÓSMICA. No se trata, entonces, de
un mundo de electrones, protones, neutrones, bosones o de cualquier otra partícula
elemental, en esencia se trata de un mundo que no es otra cosa que océano de
información codificada.
La conciencia individual humana también es un campo de inteligencia, solo
que en su estado actual es un campo limitado, pero en proceso de conectarse
al Campo Unificado Universal Infinito.
Jesus de Nazareth no sólo logró conectarse con ese Campo Unificado Universal sino
que también se diluyó en él. Esta debe ser la meta de todo lo creado. Digo debe
ser porque también nuestro Campo de Inteligencia, al igual que el Campo
Unificado Universal, intencionalmente produce las causas
de los efectos que nos llevan en una u otra dirección. Nuestro campo de
inteligencia limitada produce sus propios códigos, los cuales en muchisimos
aspectos de nuestro ser han desplazado los códigos de información divinos y han
introducido intenciones distintas a la intencion original de la Mente Cósmica,
enfernermad y muerte entre ellas.
La buena noticia que la Ciencia actual nos han dado es que los Códigos
Divinos son eternos y permanecen inalterados, y no sólo eso, sino que podemos
también borrar y sustituir la información distorsionada que hemos grabado en el
ADN, nuestro código maestro.
RECODIFICAR NUESTRO ADN, SUSTITUYENDO LA MEMORIA HUMANA AÑADIDA POR LA
MEMORIA DIVINA ALMACENADA EN LOS CÓDIGOS COSMICOS, ES EL GRAN RETO DE ESTE MOMENTO.
Tenemos solamente dos órganos para hacerlo: Las glandulas sexuales y el corazón.
Nuestras glándulas sexuales porque producen energía magnética creadora, es
decir, energía capaz de almacenar nueva información y teletransportarla a los
cuatro vehículos inferiores (véase Telepransportación Cuántica en entradas
anteriores de este blog), y nuestro corazón porque tiene la capacidad de
conectarse con el Campo Unificado de Inteligencia Universal y bajar de allí la
información que ha de ser grabada en la energía sexual.
Quien descifre el misterio de estos dos órganos y logre a través de ellos
teletransportar a sí mismo la información
de los códigos cósmicos logrará de nuevo integrarse a la Conciencia Universal,
como lo hizo Jesucristo, y como él todos
los otros alquimistas.