La Ciencia de la Tierra Verifica cada vez más
la Veracidad del Plan Arcturus y la Efectividad de su Estrategia
Corazón y Campo Magnético del Planeta
Se supo de la existencia del Plan Arcturus para la Tierra aproximadamente en la década de los años 40 del siglo pasado. No obstante, el Plan realmente se inició a finales del siglo 19 cuando comenzaron a ser contactados telepáticamente, sin que ellos se dieran cuenta, los pioneros de la Física Cuántica. El propósito de esta primera acción fue mostrarnos, de manera objetiva e indubitable, los niveles no visibles de la materia.
Una vez que lograron colocarnos de cara a la realidad, y quedo evidenciada la ilusión de la materia y del mundo que percibimos, procedieron a desarrollar la segunda fase del Plan, encaminada a informarnos de los alcances de la Conciencia.
En esta segunda etapa fueron contactadas muchas personas en diferentes partes del Planeta y a todos se les informó, ya de una manera explícita, que habían sido seleccionados como voceros del Plan Arcturus para la Tierra. Igualmente, fueron dictados, también usando la telepatía o teletransportación cuántica, unos cuantos libros (Esdras Rasit entre ellos).
Una vez culminada esta segunda fase y habiendo sido transmitida y publicada suficiente información acerca de los Arcturianos y sus intenciones de guiarnos en la etapa que próximamente comenzaremos a transitar de manera plena (etapa vivida por ellos ya hace muchos siglos), comenzó la tercera y última fase, la más trascendente de todas: La estrategia para configurar la capa de energía crística o Noosfera, la cual será rectora de una nueva y desconocida por nosotros actividad mental colectiva y que cambiará radicalmente la vida y su expresión en el Planeta y en todo el Sistema Solar.
La estrategia del Plan Acturus está fundamentada en la realidad.
Toda la verificación actual de la Ciencia de la Tierra acerca de la realidad cuántica era prioritaria, de otra forma no se hubiera podido llevar a cabo la titánica labor de comenzar a aglutinar las primeras conciencias lucidas en las filas del Plan Arcturus, conciencias todas capaces de comenzar a formar, con las emanaciones emocionales de su corazón, las bandas de frecuencia fundamentales de la Noosfera.
Sin embargo, dos sucesos puntuales, en los que finalmente se expresa a nivel macrocósmico todo el íntimo proceder de las partículas subatómicas y la Consciencia Cósmica, han sido determinantes en este sentido. Estos son:
A.- la verificación de la Masa Crítica (efecto del centésimo mono) y
B.- el descubrimiento de la influencia de las conciencias humanas y sus emociones en las fluctuaciones en los campos magnéticos generados por la tierra y la ionosfera.
Siendo el fenómeno de la Masa Crítica suficientemente difundido (Dr. Ruper Sheldrake, Koshima, Efecto Centésimo Mono, Bancos Morfogenéticos de las especies biológicas,etc), sólo haré referencia en esta oportunidad al poco menos difundido fenómeno de la indisoluble dependencia del campo magnético de la Tierra y el campo magnético del corazón humano.
La evidencia.
Fuente original y Sitio Oficial del SMCG (en Inglés): http://www.glcoherence.org/monitoring-system/about-system.html
La iniciativa de coherencia global es un proyecto de investigación colaboracional con el instituto HeartMath, la Dra. Elizabeth Rauscher y otros ingenieros y científicos para diseñar, construir y mantener un Sistema de Monitoreo de Coherencia Global (SMCG en Español o GCMS en Inglés). El Sistema de Monitoreo de Coherencia Global medirá directamente las fluctuaciones en los campos magnéticos generados por la tierra y la ionosfera.
La Dra. Rauscher, es una astrofísica de renombre internacional y científica nuclear, ha trabajado en instituciones como el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley y el Laboratorio Lawrence Livermore y es consultora regular para la NASA y la Marina de los EE.UU
Empezando a principios de los 80’s, ella y su actual esposo, el Dr. William Van Bise, construyeron un detector sensible de campos magnéticos para monitorear el campo geomagnético y las pulsaciones y resonancias asociadas con las excitaciones ionosféricas.
Su investigación llevó a algunos descubrimientos significativos. Por ejemplo, dos o tres semanas antes de terremotos o de erupciones volcánicas, el campo magnético de la tierra cambia, sugiriendo que un sistema de monitoreo multiestación, podría predecir terremotos y erupciones volcánicas. La Dra. Rauscher y Van Bise no solo predijeron la erupción cataclísmica del Monte Sta. Helena en Washington, sino que año y medio después de la erupción, ellos predijeron el 84 por ciento de la actividad sísmica que ocurrió dentro de un área de 100 millas cuadradas alrededor de un solo detector. Este descubrimiento por si sólo justificaría el desarrollo de un sistema de monitoreo global, pero existen aún más razones importantes para hacerlo.
Su investigación llevó a algunos descubrimientos significativos. Por ejemplo, dos o tres semanas antes de terremotos o de erupciones volcánicas, el campo magnético de la tierra cambia, sugiriendo que un sistema de monitoreo multiestación, podría predecir terremotos y erupciones volcánicas. La Dra. Rauscher y Van Bise no solo predijeron la erupción cataclísmica del Monte Sta. Helena en Washington, sino que año y medio después de la erupción, ellos predijeron el 84 por ciento de la actividad sísmica que ocurrió dentro de un área de 100 millas cuadradas alrededor de un solo detector. Este descubrimiento por si sólo justificaría el desarrollo de un sistema de monitoreo global, pero existen aún más razones importantes para hacerlo.
La comunidad científica recién está empezando a apreciar cómo los campos generados por sistemas vivos y la ionosfera interactúan el uno con el otro. Por ejemplo, la tierra y la ionosfera generan una sinfonía de frecuencias en un rango de 0-01 hertz hasta 300 hertz, y algunas de las grandes resonancias que ocurren en los campos terrestres están en el mismo rango de frecuencia que aquellas del corazón humano y el cerebro. A pesar de que los investigadores han puesto la mirada en algunos de las posibles interacciones entre los campos terrestres y humanos y la actividad animal y de las plantas, los científicos han tocado apenas la superficie de aquello que puede ser logrado con algo tan sofisticado como el Sistema de Monitoreo de Coherencia Global.
Un número de descubrimientos importantes ya han salido a la luz.
Por ejemplo, los cambios en el campo magnético de la tierra están asociados con los cambios en la actividad del sistema nervioso y cerebral; rendimiento en tareas atléticas, de memoria y otras tareas, sensibilidad en un amplio rango de experimentos de percepción extrasensorial, la síntesis de nutrientes en las plantas y las algas, el número de violaciones de tráfico y accidentes de tránsito reportados, mortalidad debido a ataques al corazón y derrames cerebrales, e incidencia de depresión y suicidio. Es interesante el notar que los cambios en las condiciones geomagnéticas afectan los ritmos del corazón de manera más fuerte que todas las funciones psicológicas estudiadas hasta el momento.
También hay evidencia en algunos casos que las ondas cerebrales humanas pueden sincronizar con el ritmo de las ondas electromagnéticas generadas en la ionosfera de la tierra. Cuando las personas dicen que “sienten” un temblor inminente u otros eventos planetarios, tales como cambios en el clima, es posible que ellos estén reaccionando a los signos físicos actuales que ocurren en el campo terrestre previos al evento.
Si bien no es difícil el concebir que las formas de vida alojadas en los campos magnéticos de la tierra puedan ser afectadas por modulaciones en esos campos, es una proposición de mucho más alcance el sugerir que los campos de la tierra puedan ser influenciados o modulados por las emociones humanas. Sin embargo, los investigadores del Instituto de Coherencia Global teorizan que cuando muchas personas responden a un evento global con un sentimiento emocional común, la respuesta colectiva puede afectar la actividad en el campo de la tierra. En casos donde el evento evoca respuestas negativas, esto se podría considerar como una onda planetaria de estrés, y en casos donde una onda positiva es creada, esto podría crear una onda de coherencia global. Esta perspectiva está apoyada por investigaciones en el Instituto de HeartMath, el cual ha mostrado que las emociones no sólo crean coherencia o incoherencia en nuestros cuerpos, sino que, como ondas de radio, también irradian hacia afuera y son detectadas por los sistemas nerviosos de los otros en nuestro medio ambiente.
Actualmente está claro que nuestros sistemas nerviosos detectan estas ondas electromagnéticas generadas por otros en nuestro medio ambiente, pero también hay evidencia de un efecto global cuando grandes números de personas crean ondas de salida similares. Por ejemplo, investigaciones conducidas por Roger Nelson y su equipo en la Universidad de Princeton para el Proyecto de Conciencia Global (Global Consciousness Project) utilizaron una red a nivel mundial conformada por generadores de números aleatorios. Sus descubrimientos han provisto evidencia convincente de que la conciencia humana y emocional crean o interactúan con un campo global, que afecta la aleatoriedad de estos equipos electrónicos. El mayor cambio en los generadores de números al azar ocurrió durante los ataques al World Trade Center, el 11 de setiembre de 2001. El hecho aún más intrigante fue que los generadores de números aleatorios fueron afectados de manera significativa aproximadamente cuatro a cinco horas antes del ataque, sugiriendo una intuición colectiva a nivel mundial sobre el evento inminente(ver figura 1).
Por ejemplo, los cambios en el campo magnético de la tierra están asociados con los cambios en la actividad del sistema nervioso y cerebral; rendimiento en tareas atléticas, de memoria y otras tareas, sensibilidad en un amplio rango de experimentos de percepción extrasensorial, la síntesis de nutrientes en las plantas y las algas, el número de violaciones de tráfico y accidentes de tránsito reportados, mortalidad debido a ataques al corazón y derrames cerebrales, e incidencia de depresión y suicidio. Es interesante el notar que los cambios en las condiciones geomagnéticas afectan los ritmos del corazón de manera más fuerte que todas las funciones psicológicas estudiadas hasta el momento.
También hay evidencia en algunos casos que las ondas cerebrales humanas pueden sincronizar con el ritmo de las ondas electromagnéticas generadas en la ionosfera de la tierra. Cuando las personas dicen que “sienten” un temblor inminente u otros eventos planetarios, tales como cambios en el clima, es posible que ellos estén reaccionando a los signos físicos actuales que ocurren en el campo terrestre previos al evento.
Si bien no es difícil el concebir que las formas de vida alojadas en los campos magnéticos de la tierra puedan ser afectadas por modulaciones en esos campos, es una proposición de mucho más alcance el sugerir que los campos de la tierra puedan ser influenciados o modulados por las emociones humanas. Sin embargo, los investigadores del Instituto de Coherencia Global teorizan que cuando muchas personas responden a un evento global con un sentimiento emocional común, la respuesta colectiva puede afectar la actividad en el campo de la tierra. En casos donde el evento evoca respuestas negativas, esto se podría considerar como una onda planetaria de estrés, y en casos donde una onda positiva es creada, esto podría crear una onda de coherencia global. Esta perspectiva está apoyada por investigaciones en el Instituto de HeartMath, el cual ha mostrado que las emociones no sólo crean coherencia o incoherencia en nuestros cuerpos, sino que, como ondas de radio, también irradian hacia afuera y son detectadas por los sistemas nerviosos de los otros en nuestro medio ambiente.
Actualmente está claro que nuestros sistemas nerviosos detectan estas ondas electromagnéticas generadas por otros en nuestro medio ambiente, pero también hay evidencia de un efecto global cuando grandes números de personas crean ondas de salida similares. Por ejemplo, investigaciones conducidas por Roger Nelson y su equipo en la Universidad de Princeton para el Proyecto de Conciencia Global (Global Consciousness Project) utilizaron una red a nivel mundial conformada por generadores de números aleatorios. Sus descubrimientos han provisto evidencia convincente de que la conciencia humana y emocional crean o interactúan con un campo global, que afecta la aleatoriedad de estos equipos electrónicos. El mayor cambio en los generadores de números al azar ocurrió durante los ataques al World Trade Center, el 11 de setiembre de 2001. El hecho aún más intrigante fue que los generadores de números aleatorios fueron afectados de manera significativa aproximadamente cuatro a cinco horas antes del ataque, sugiriendo una intuición colectiva a nivel mundial sobre el evento inminente(ver figura 1).
Figura 1: evidencia de la intuición colectiva: Datos de los GNA de los sitios ICG alrededor
del mundo en los ataques del 11/09/2001.
El Sistema de Monitoreo de Coherencia Global medirá directamente el campo magnético del planeta, el cual postulamos debería ser mucho más sensitivo a los efectos de interacciones humanas colectivas basadas en la emoción, que pueden ser detectadas con otros tipos o detectores. Por ejemplo, dos satélites climáticos espaciales de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (National Oceanic and Atmospheric Administration o NOAA) que estaban monitoreando el campo geomagnético de la tierra también mostraron un significativo pico al momento del ataque del 11 de Septiembre y dicho pico siguió por varios días más, indicando que la onda de estrés posiblemente ocasionada por la emoción humana masiva creó modulaciones en el campo geomagnético(ver figura 2).
Figura 2: Los Satélites Ambientales, Operacionales Geoestacionarios - Mediciones del Campo
Geomagnético de la Tierra.
Geomagnético de la Tierra.
El Sistema de Monitoreo de Coherencia Global establecerá una red mundial de estaciones de detección para medir las fluctuaciones en los campos geomagnéticos de la tierra para los siguientes propósitos:
1. Verificar el grado hasta el cual los terremotos, las erupciones volcánicas y otros eventos energéticos planetarios se reflejan y se predicen por patrones específicos de actividad en la dinámica del campo magnético de la tierra.
2. Examinar hasta qué grado hay una resonancia energética entre el campo magnético de la tierra y los ritmos del corazón humano y la actividad cerebral.
2. Examinar hasta qué grado hay una resonancia energética entre el campo magnético de la tierra y los ritmos del corazón humano y la actividad cerebral.
3. Examinar la influencia del campo de la tierra en patrones del comportamiento colectivo humano.
4. Examinar el grado hasta el cual la resonancia emocional humana colectiva se refleja en la actividad del campo magnético de la tierra, en respuesta a eventos masivos de significancia emocional común.
Creemos que el sistema de monitoreo de coherencia global puede facilitar un mejor entendimiento de las interacciones mutuas entre humanos y nuestro medioambiente global. Mucho más importante, sin embargo, es enlistar la colaboración de individuos y grupos de personas para establecer y amplificar los campos coherentes de salida, que interactúan con los campos planetarios, ayudando así a establecer una coherencia global.
Por ejemplo, cuando un desastre ha devastado un área, la comunidad del Instituto de Coherencia Global será alertada para enviar cuidados coherentes de corazón a las personas en esa área por un espacio específico de tiempo para ayudar a reducir el sufrimiento y negatividad. Creemos que las intenciones coherentes tienen un impacto positivo; pero esto no ha sido científicamente probado. Proveer evidencia de esto es una de las metas del proyecto. Los investigadores utilizarán los datos reunidos por el Sistema de Monitoreo de Coherencia Global para investigar por medio de estudios controlados cuáles son los efectos de la coherencia incrementada en el campo de la tierra y si esto resulta en una mejora social y de salud. La Comunidad de Coherencia Global recibirá reportes actualizados sobre los hallazgos.
Plan Arcturus,
Masa Crítica
Y Unificación del Corazón Humano con el Campo Geomágnetico
El obstáculo principal en la formación de la masa crítica capaz de mover a la especie hacia a un campo unificado de conciencia (Noosfera), ha sido la creencia generalizada de que cualquier actividad de meditación o práctica espiritual individual aislada, eventual y no enmarcada en una única emoción generada conjuntamente por miles de personas a un mismo tiempo, es suficiente para transformar a la especie. La falsedad de esta creencia queda demostrada en los gráficos que registraron las fluctuaciones del campo geomagnético durante el momento de los ataques a las Torres Gemelas y en los tres días siguientes. En esos instantes una única emoción irisó la conciencia colectiva: EL TERROR, con todas sus secuelas: VULNERABILIDAD, IMPOTENCIA, INSEGURIDAD… ESTUPOR, PARALISIS... En esos tres días la Tierra se encogió junto con todas las espirales de ADN de cada ser humano encarnado, sin importar que estuvieran informados o no de lo sucedido en Manhattan.
Luego de esos tres días comenzamos a vivir dentro de otra realidad y no podemos volver a atrás… los campos morfogenéticos de la especie son diferentes ahora. ¿Se desencadenó en ese momento el EXODO hacia otra forma de vida? EL TIEMPO LO DIRA, AUNQUE TODAS LAS PROFECIAS DICEN QUE SI.
Según los amorosos seres de Arcturus, la única manera de producir un efecto similar al 11-09-2002, pero con consecuencias positivas, es relacionar y sincronizar la conciencia colectiva con el ritmo esencial propio de la manera de proceder de la Mente Cósmica. Por supuesto, ellos dan por sentado que nuestra Mente y la Mente Cósmica son una sola y que es imposible que sea de otra manera. Nos ayuda a entender esta propuesta si imaginamos sincronizar los latidos de todos los corazones del Planeta con un único gran corazón cósmico, cuyo latido constituya el único patrón de referencia del paso del tiempo o Devenir. Pero hacer esto sin sentir UN SENTIMIENTO intensísimo seria vano e infructífero. Sin embargo, esa es la propuesta pero con el añadido del sentimiento. ¿Qué la fundamenta?.
Secuencia Esencial de Todo Proceso de Creación Mental
Todo proceso de creación mental o realización de una idea sigue una secuencia única y universal. Es decir, desde su inicio hasta su culminación el proceso se desenvuelve a partir de la activación de 22 códigos secuenciales y consecutivos. Por esta razón, el Plan Divino desencadenado en el instante inicial del Big Bang en su desarrollo ha estado sujeto a un desenlace progresivo, inteligente y organizado, sin lugar al caos o al accidente. Es realmente hermoso mirar atrás en el tiempo a través de los ojos de la Ciencia y constatar cómo, con pasmosa exactitud, estos códigos se han ido abriendo en el instante preciso en que ha concluido la actividad del código precedente.
El ser humano encarnado ha ido desarrollando su potencialidad al paso del tiempo, por supuesto regido por la actividad rigurosa de estos 22 códigos. Tal y como se nos ha informado, en un futuro inmediato el hombre de la Tierra por evolución natural comenzará a manejar también estos 22 códigos y colaborar de esta forma con el proceso de culminación del Plan Divino, tal y como en su momento le tocó a los arcturianos y a un sinfín de otras civilizaciones en el Universo. Es tranquilizante saber que como especie estamos destinados a ser co-creadores y que estamos próximos a concluir una etapa en la cual estuvimos convencidos de que solo éramos una especie creada para ser determinada de manera tiránica por su constitución biológica. Esto anula el sinsentido de la Creación que ha sumido a millones de jóvenes en la droga buscando encontrarle sentido a la existencia. Caminamos hacia la toma del poder para usarlo en terminar de realizarnos como especie. Es precisamente ahora cuando vamos a entender el valor del libre albedrio y la razón de que hayamos sido dotados con una conciencia capaz de transformar la substancia que nos rodea en partículas materiales o en ondas de vibración.
El Corazón, Recinto Sagrado de los 22 Códigos de Creación
En muchas imágenes de Jesus de Nazareth es explicito un gesto con el cual Él señala hacia su corazón, dándonos a entender la peculiaridad de este órgano. Un gesto general del humano, usado mientras conversa, es tocarse el centro del pecho cuando se refiere a sí mismo o a su manera de ser o de sentir. ¿De donde nos viene esa certeza inconsciente de que es en el corazón donde realmente existimos?
Desde los tiempos de la Atlántida los colegios iniciáticos, en estados profundos de conexión con el Hombre Interior (Adam Kadmon u Hombre Creado a Imagen semejanza de Dios), han estado recibiendo información de lo que realmente somos. Una de esas informaciones es que en el corazón de cada ser humano está depositada -en lo que se llama la Célula Madre- una réplica o fractal en tercera dimensión del Adam Kadmón. Esta réplica esta codificada y es la Presencia de Dios en nosotros. El trabajo que nos corresponde hacer, por lo tanto, es ¡entrar al corazón y abrir los códigos!
Estos códigos son los 22 códigos que rigen la creación y son nuestra esencia. En este punto es pertinente que nos preguntemos: Y ¿Cuál es nuestra esencia? ¿Qué es lo que nos mueve desde el corazón, el pensamiento intelectual o la emoción o el sentimiento? Sin duda que es el sentimiento. La emoción se genera en un punto muy cercano al corazón, pero fuera de él. Se le conoce como plexo solar. El pensamiento se genera en el Hemisferio Izquierdo del cerebro (El Hemisferio Izquierdo del cerebro nos conecta con el mundo externo. El Hemisferio Derecho nos conecta con la infinitud del mundo interno o Consciencia Cósmica y tiene su expresión en el centro energético del corazón). Así que, para salir del mundo árido del pensamiento intelectual, frio y calculador, debemos comenzar a vivir en el corazón y de esta forma, día a día, iremos abriendo los códigos en donde está almacenado el amor total y la felicidad real y eterna.
Cuando vivimos desde el corazón obligamos a que las energías de las emociones de altas frecuencias generadas en el plexo solar (provenientes del centro sexual) suban y penetren hasta él y formen un campo magnético en forma de toroide, en todo similar al campo magnético de la Tierra. Es por ello, que cuando todos los corazones de la Tierra generan al mismo tiempo un intenso sentimiento coherente, el campo magnético que producen en sus corazones influye y cambia al campo geomagnético.
¡El Plan Arcturus para la Tierra está concebido para que segundo a segundo vivamos desde el corazón y, al abrir los códigos, quedemos bajo sus influencias y así podamos caminar todos al unísono, tal como es la marcha precisa y ordenada de un gran ejército!
La propuesta consiste en navegar el tiempo de cada día ubicados en todo momento en nuestros corazones. El método exige disciplina y voluntad pero nos otorgará el entrenamiento necesario para que nuestra conciencia se habitúe a estar conectada en todo momento con lo que realmente somos en el corazón.
El toroide así generado por el campo magnético en el corazón de cada integrante de este ejército de servicio se unificará con el toroide que forma el campo magnético planetario y tendremos entonces la capacidad de modelarlo a través de nuestros corazones.
SOLO EL SENTIMIENTO CODIFICADO EN EL CORAZÓN HUMANO CRISTIFICARÁ A LA TIERRA
Reabriendo el sentimiento del corazón.
Una buena manera de reabrir los sentimientos de tu corazón es ofreciendo apoyo afectivo y compasivo a otros o sirviendo como voluntario para ayudar a quienes lo necesitan, aún cuando tú mismo necesites ayuda. Enviar sentimientos genuinos de aprecio a alguien o algo – ya sea a niños, familiares, u otras personas por quienes siente un aprecio genuino. Es importante que el aprecio provenga en verdad de tu corazón (y no sólo de tu mente), ya que los sentimientos de aprecio activan los sistemas bioquímicos del cuerpo que ayudan a disminuir el estrés y estabilizar la psique. Cualquier pequeño acto de bondad o compasión puede hacer una gran diferencia en tu vida. Esta es una de las vías más rápidas para restablecer los cimientos de tu corazón y reducir el estrés que pone en peligro tu salud. Las investigaciones han demostrado que el sentimiento de aprecio y compasión hacia otros, liberan hormonas beneficiosas que ayudan a equilibrar y a restaurar tu sistema. También estudios recientes del cerebro han verificado que cuando vemos una imagen se activa una zona específica de la corteza cerebral, y que esa misma zona se activa si imaginamos la misma imagen. Así pues, cuando realizamos las prácticas diarias estipuladas en el Plan Arcturus estamos igualmente ofreciendo apoyo efectivo a nuestros seres queridos y al Planeta entero, y al hacerlo el toroide de nuestro corazón se unifica con el toroide de la Tierra.
Para que tengas una idea del sistema de vida propuesto en el Plan Arcturus para reabrir el sentimiento del corazón transcribo a continuación extractos de la práctica del primer día de la Ronda de Creación, en la cual se abre y activa el primer código (Elohim Eheieh, el Poder de la Decisión que aporta el primer impulso para iniciar toda creación). Este primer código fue el que activó el Big Bang. Y en efecto, cada vez que decidimos iniciar algo, de nuestra conciencia emana toda la energía necesaria para iniciar el proceso. Esta emanación se transforma en una explosión atómica en nuestra conciencia, similar al Big Bang, la cual será más intensa cuanto mayor sea nuestro deseo y convicción en el corazón de lograr realizar lo decidido.
He aquí el extracto de la primera práctica de la Ronda de la Creación:
´´HOY ES DÍA DE GLORIA Y FELICIDAD PORQUE TE TRAIGO LA CERTEZA DE QUE AQUELLO QUE Sueñas REALIZAR LO PODRÁS LLEVAR A CABO CON TAN SOLO LA FUERZA INVENCIBLE DE LA MÁGICA CAPACIDAD DE TU DECISIÓN, ANTE ELLA, TODO EL UNIVERSO SE PONDRÁ EN MOVIMIENTO PARA CUMPLIR TUS DESEOS DE ILUMINAR AL PLANETA.
DECIDE, DECIDE, DECIDE…
SOLO TU ESTÁS CAPACITADO, ENTRE TODOS, PARA DECIDIR.
DECIDE Y, ENTONCES, INHALA MIRANDO CON LOS OJOS DE LA MENTE DENTRO DE TU CORAZÓN, A MEDIDA QUE DICES MENTALMENTE:
YO DECIDO abrirte mi mundo para que se transforme en tu mundo sagrado
VUELVE A INHALAR Y DE NUEVO PIENSA:
YO DECIDO abrirte el recinto de mi corazón para que lo llenes con tu amor y
AMES AL MUNDO A TRAVÉS DE EL.
YO SOY ALEPH EL PUNTO CENTRAL DEL UNIVERSO, QUE AL DIMANAR MI MANANTIAL AMARILLO EN TU CORAZÓN VAN TRANSFIRIENDOTE MI SANTIDAD Y PERFECCION EN CADA PULSACIÓN
ANDA, PONTE DE PIE, ALZA TU MANO IZQUIERDA Y DECIDE TOMAR MI REINO.
SANTO EN VERDAD ES TU CORAZÓN PORQUE TU SER DECIDE QUE HOY EL ESPÍRITU TRANSITE POR EL.
SAL A LOS CAMINOS DE LA TIERRA Y DECIDE QUE TU CORAZÓN CAMBIE TODO A TU PASO.
DESDE EL PUNTO DE LUZ DE TU CORAZON DI:
YO SOY A TRAVÉS DE TI LA FUENTE DE LUZ QUE ILUMINA A LA TIERRA.
YO SOY A TRAVÉS DE TI LA PAZ QUE LA ARMONIZA …
DECIDE inhalar la gloria desde tu corazón… Exhala para que a tu paso la Tierra se llene de ella. .
Durante el día deja que la alegría de saber que todo el futuro depende de una decisión tuya mueva la malla cósmica. Para reafirmarlo, donde quieras que vayas, decide e inhala desde tu corazón la gloria de Dios, la perfección de su Reino, su belleza, su eterna felicidad y exhala todo sintiendo que con ello lo introduces integro en la Tierra. POR NADA PERMITAS QUE LA CREACION HUMANA TE INFLUENCIE Y TE HAGA DECIDIR CONTINUAR MANTENIENDOLA VIGENTE, POR NADA PERMITAS CERRAR EL MANANTIAL DIVINO QUE ESTA EN TI´´.
Ahora, una vez que conoces como un misionero estelar navega el tiempo, podrás entender que mientras más conciencias se sumen al Plan Arcturus más posibilidades tendremos de influir en la Tierra y de esta forma podremos dirigirla hacia su destino…
Por eso trabajamos y cada día somos más.
Bajo la gracia amorosa de Dios Padre-Madre
Francisco Arturo Mejías
Este comentario de un seguidor del Blog merece ser destacado.
Los estudios realizados en el Institute of HeartMath nos muestran que la fuerza eléctrica de la señal del corazón, medida por un electrocardiograma, es hasta sesenta veces mayor que la señal eléctrica del cerebro humano medida por un electroencefalograma, y el campo magnético del corazón es hasta cinco mil veces más intenso que el del cerebro.
Cuando formamos sentimientos (creencias) en nuestro corazón, estamos generando una expresión eléctrica y magnética de ellas en forma de ondas de energía, que no están confinadas al corazón ni limitadas por la barrera física de nuestra piel y nuestros huesos. De modo que cada momento de cada día estamos «hablando» al mundo que nos rodea con un lenguaje sin palabras: las ondas de sentimiento ( creencia ) de nuestros corazones.
El misterioso órgano que alberga nuestros sentimientos (creencias) más profundos crea los campos de energía que alteran nuestro mundo. Tal vez no sea una coincidencia que EL PODER DE CAMBIAR NUESTROS CUERPOS Y LOS ÁTOMOS DE MATERIA SE ENFOQUE EN EL LUGAR QUE DURANTE MÁS TIEMPO HA ESTADO ASOCIADO CON LAS CUALIDADES ESPIRITUALES QUE HACEN DE NOSOTROS QUIENES SOMOS: EL CORAZÓN. Verdaderamente, podemos sentirnos justificados cuando nos miramos a nosotros mismos, y después a los demás, y desde el lugar de más profunda gratitud por todo lo que hemos experimentado en la vida, simplemente decimos: “¡Bendice nuestros corazones!” (Gregg Braden).
Cuando formamos sentimientos (creencias) en nuestro corazón, estamos generando una expresión eléctrica y magnética de ellas en forma de ondas de energía, que no están confinadas al corazón ni limitadas por la barrera física de nuestra piel y nuestros huesos. De modo que cada momento de cada día estamos «hablando» al mundo que nos rodea con un lenguaje sin palabras: las ondas de sentimiento ( creencia ) de nuestros corazones.
El misterioso órgano que alberga nuestros sentimientos (creencias) más profundos crea los campos de energía que alteran nuestro mundo. Tal vez no sea una coincidencia que EL PODER DE CAMBIAR NUESTROS CUERPOS Y LOS ÁTOMOS DE MATERIA SE ENFOQUE EN EL LUGAR QUE DURANTE MÁS TIEMPO HA ESTADO ASOCIADO CON LAS CUALIDADES ESPIRITUALES QUE HACEN DE NOSOTROS QUIENES SOMOS: EL CORAZÓN. Verdaderamente, podemos sentirnos justificados cuando nos miramos a nosotros mismos, y después a los demás, y desde el lugar de más profunda gratitud por todo lo que hemos experimentado en la vida, simplemente decimos: “¡Bendice nuestros corazones!” (Gregg Braden).