Todo lo que vemos, olemos, tocamos, es una maravillosa y perfecta organización de la energía. ¿Quién la organiza? ¿Quien, por ejemplo, determinó que los cristales al crecer lo hicieran formando aristas perfectas y de exactas simetrías? ¿Quién organiza la materia de nuestros cuerpos en células inteligentes, capaces de realizar funciones eficientes? ¿…El ADN? Si…pero ¿Quien organizó al ADN? y, mas importante aun, ¿quien lo desorganizo?
“Debemos suponer que detrás de esta fuerza (que vemos como materia) hay una mente consciente e inteligente. Esta mente es la matriz de toda la materia” (Max Planck, físico)
En efecto, esta mente es la que contactamos en las meditaciones del Árbol de la Vida y, al hacerlo, irremediablemente nos funde a ella, porque, tal y como lo ha sintetizado Max Planck, la materia no es más que la parte tangible de esa fuerza…Todo lo que vemos, olemos, tocamos, nuestros cuerpos incluidos, es una encarnación de esa mente consciente e inteligente.
El universo es el cuerpo de esa Mente. Ya sabemos que si viajamos al interior de cualquier partícula nos encontraremos solo con una vibración. En esencia el universo es un hermoso tapiz de vibraciones…Es la mente consciente, la misma señalada por Max Planck, quien vibra y crea. El Zohar, uno de los textos sagrados que forman el cuerpo de sabiduría de la Kabbalah, dice que la vibración es Elohim (Elohim es el plural de la palabra Dios, por tanto significa dioses creadores, o sonidos creadores).
Elohim es Dios Manifestado, es vibración.
Elohim está en todas partes, es decir es Omnipresente.
Elohim es sabio e inteligente, es decir es Omnisapiente…
Elohim es la matriz de la creación…¡Esta en ti ahora esperando que te desconectes de la ilusión de la forma y vayas a su encuentro en lo interno de cada cosa para fundirse contigo y expresarte que está vivo, que actúa, que canta, que ríe y es feliz…!
Deja que sea su vibración inteligente, sabia y amorosa quien se encarne en ti. Detén por unos instantes el ruido infernal de tu mente inferior humana, cierra los ojos, escucha solo a Elohim y habrás entrado al Edén.
Si ha sido la vibración deforme y caótica de tu conciencia la que hasta ahora se ha encarnado en tu cuerpo, creando enfermedades y desarmonías, ya en este instante puedes DECIDIR aquietarla y dejar que sea Elohim quien vibre en ella… Y entonces serás El.
¡¡¡Maravillosa verdad!!!
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